jueves, 6 de marzo de 2014

Pijitarta Sacher o “pà” chulo, chulo, mi pirulo…

Si hay algo que nos gusta a los “proyecto” de reposteros, es aventurarnos (y sin supervisión de adultos alguna) en las tareas más complicadas que existen y para las que obviamente, no tenemos formación alguna…

El motivo que nos impulsa a desarrollar este tipo de tareas (las complicadas se entiende) tiene sus orígenes en la ancestral necesidad que arrastramos todos, de terminar haciendo las cosas mejor que nadie, y en el menor tiempo posible (egocentrismo repostero o principio espídico de ombliguez del mundo...)

Bien, la cuestión es que lo anterior, es inevitable, y no sirve de nada el haberla “pifiado” gastronómicamente hablando en varias ocasiones, para evitar el “agarrarse” a un nuevo libro de recetas, y terminar embarcado en la aventura de preparar la Langosta Thermidor a lo Julia Child sin la más mínima contemplación o vergüenza.

Y si aún nos quedásemos con la Langosta Thermidor, o con un simple Bizcocho Genovés, bien estaría, pero es que nos “arrancamos” con inventos en los que no sólo intervienen varios tiempos de reposo, sino el acertado maridaje del veneno del pez globo con la levadura seca de panadería…

El acabose lo de la pretenciosidad en la cocina del novato.

Somos de hecho los novatos pretenciosos (el 95% aproximado de los novatos) los que no conseguimos salir jamás de nuestra “novatez” gracias a ese espíritu más que de valentía, de chulería que nos caracteriza, y es que es haber leído un par de libros de cocina, y ya hablar del modus operandi de un “fondo oscuro”, o de la mejor forma de cocinar las alcachofas sin rebanarte la yugular cual chef experimentado.

Un novato repostero, y si bien va por ahí diciendo que lo suyo no es más que un hobby y tal y tal, aspira a quitarle el cetro a Chicote, arrearle con él en la cabeza al Chef Ramsey y terminar toda la batalla desenmascarando a Falsarius (todos mis respetos a Falsarius, que después de Simone Ortega, es la luz que alumbra mi camino…)

Total, que como buena novata que soy, a mi ni se os ocurra enredarme en la cocina con un simple bizcocho de limón, que no que va que para esas lides yo ya no estoy, a mí, y con un par de eggs (unos cinco para ser más exactos), de la Tarta Sacher, no me bajéis…

Y dicho y hecho, lo que estoy a punto de relatar, es lo que aconteció en mi (de momento en pie…) cocina el pasado domingo.

Piji Tarta Sacher con mermelada de albaricoque.

Receta “inspirada” (porque fijo que algo hice mal…) en receta sana y bien intencionada de Tarta Sacher con Mermelada de Albaricoque de la Revista Lecturas.

Y lo peor del asunto, fue que no contenta con el arranque de valentía, tuve la osadía de quedar con mis amigas para merendar, y así poder compartir “la tarta” con ellas (Dios bendiga a las pastelerías Mallorca…)

Preparada “toíta” para afrontar la misión, y con todos los ingredientes y bártulos al alcance de la mano (mise en place que le llaman a lo anterior los expertos)

*Ingredientes calculados para un molde de unos 18cm de diámetro. 

Chocolate Fondant                         100 g
Mantequilla                                    115 g
Harina de Repostería                      135 g


Azúcar                                           135 g
Azúcar Glas                                     30g
Huevos                                              5
Mermelada                                     150 g
Azúcar Avanillada                              1 cucharadita
1 cuasi pizca de sal
Chocolate Fondant                         300 g (para la cobertura)

Para decorar recomendaban trocitos de melocotón en almíbar, pero como se comprobará al final del post, yo terminé de pifiarla con unas poquitas almentras a lo "crocanti" de bolsa, y unas tristes pepitas de chocolate sin más...

Me arranqué troceando la mantequilla y dejándola a temperatura ambiente al tiempo que me bajaba al súper a por un par de cosillas imprescindibles que había olvidado comprar el día anterior (los huevos para más inri...)

Ya de vuelta del súper, y con la mantequilla ya medio derretidilla, casqué los huevos separando las claras de las yemas.

En un bol, batí la mantequilla, con el azúcar glas, la sal, y el azúcar avainillada, incorporando las yemas de una en una y sin dejar de batir.


      Ya "crecidita" por el color tan mono que le había quedado al invento... partí el chocolate (lo que se dejó que anda que no estaba duro el condenado) y lo dispuse en un cazo para fundirlo al baño María.


Lo mejor de esta parte, es poder "rechupetear" luego la cuchara.

Acto seguido, monté las claras a punto de nieve con la Minipimer, agregando el azúcar una vez que estuvieron espumosas, y dejándolas bien firmes (o al menos intentándolo como en mi caso)


Esto mejor no "rechupetearlo" porque así de primeras, como que da un poco de asquito.

Añadí el chocolate a la mezcla de mantequilla y yemas, y removí hasta obtener una preparación homogénea. 

Agregé la harina tamizada, y acto seguido, y con movimientos envolventes para que no perdiesen el volumen, las claras.

Precalenté el horno a 180º y preparé el molde (ya se sabe, que si con su mantequillita, que sin con un poco de harina y sacundiendo para eliminar el exceso y tal y tal...)

Cocí la tarta en el horno unos 50 minutos, y esperé a que templará para desmoldarla y dejarla enfriar sobre una rejilla.


Así de primeras, bien podía haber dejado el invento en bizcocho de chocolate vulgaris, y más de un disgusto que me hubiese ahorrado.

Ya fría, la corté por la mitad en horizontal, y la rellené con la mermelada de albaricoque previamente calentada en una cacito para que se licuase. Siguiendo las instrucciones, también pincelé la superficie.


Que para la "movida" esta, y para no ponerlo todo perdidito de mermelada, lo que hice fue colocar la rejilla sobre una ensaladera.

Acto seguido, troceé el resto del chocolate, volví a derretirlo al baño María, y sin dejar que enfriase, lo extendí rápidamente y con ayuda de una espátula flexible a lo largo y ancho de toda la tarta, y es aquí, justamente aquí, cuando siempre termino preguntándome, por qué al resto de la humanidad, los "inventos" estos les quedan bonitos y decentes, y a mi, y a mi mejor no coments...


En la foto, joder... en la foto brillaba, en serio que en la foto brillaba una barbaridad...

¿Por qué mi tarta quedó mate y casposa? ¿Por qué la he tenido que sacar la foto desde arriba porque de perfil volvía a darse un aire al monstruo de las galletas? ¿Qué pecado habré cometido yo para que me salgan todos "los niños" feos...?

En serio, y en trauma, a Dios pongo por testigo que seguí todos los pasos, y no sustituí ningún ingrediente (a excepción del melocotón para decorar) y la tarta no me brilló.

¿De sabor? Bueno, mis amigas dijeron que estaba muy rica, yo la verdad, no es que no la probase, es que desde que me ha dado por meterme a repostera, he generado una especie de dispepsia criminal (ya he comenzado con el uso y abuso de los antiácidos) y justo el domingo estrenaba nuevos síntomas (esofagitis) que me impidieron disfrutar del sabor, ya que todo, pero absolutamente todo, me sabia a lo mismo, a mandarina rancia...

Pero bueno, de la esofagitis y de la pirosis del repostero novato, hablaré (si no he muerto antes de acidez) en futuros posts.

Sin más, que con lo mono que me podía haber quedado un sencillito bizcocho de zanahoria, me tuve que meter por chulería en camisas de once varas, y terminé como aquella, "liándola parda" y sacando del horno una tarta, que más que gula, inspiraba ternura, compasión y ganas de pagarle un lifting...

Elena U. Moreno (en tratamiento)

PD: En futuros posts (además de la esofagitis) la singular vida propia de mi olla express...

3 comentarios:

  1. Pues si en la receta no ponía nada de añadir nata y mantequilla al chocolate para hacer la cobertura la culpa no es tuya, es de la revista Lecturas. Muchas veces nos ocurren catastrofes culinarias y no es por haber hecho algo mal o haber cambiado un ingrediente, es porque la dichosa receta no está bien.
    Hace casi 2 años de este post,pero si sigues com ganas de perpetrar la pijisacher pásate por http://webosfritos.es/2008/02/tarta-sacher/
    Esta receta si que sale.
    Siento haberte descubierto tan tarde, me encanta el blog,estoy leyendo todas las entradas desde el principio. ��

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